P. Vizcay/DIARIO DE LEON

Pese a los muchos problemas que atraviesan, los ríos leoneses siguen siendo un importante reclamo turístico tanto por la calidad de sus truchas como por el entorno natural en el que discurren. La belleza del paisaje, la gastronomía, la riqueza monumental y artística y las costumbres y tradiciones de sus pueblos son un atractivo de primer orden para que cualquier aficionado a la pesca, bien con un grupo de pescadores o bien en plan familiar, pueda disfrutar de una semana en León.

El sistema de adjudicación de cotos de pesca no fomenta las pernoctaciones, ya que los permisos son para un solo día. Poder agrupar los permisos en días consecutivos y en los ríos de una determinada comarca, a pocos kilómetros de un establecimiento hotelero, ha sido sin duda una buena idea de las «cabezas pensantes» de la Junta de Castilla y León. Surge así el sistema de los recorridos de pesca, diseñados para pescadores de fuera de León, y que están integrados por dos o más cotos, con fechas consecutivas previamente establecidas. De esta forma el pescador que así lo desee y cuyo número de sorteo lo permita, podrá disfrutar siempre que haya disponibilidad de permisos en fechas consecutivas en zonas que cuentan con posibilidades de alojamiento y otros aspectos de interés turístico.

Los recorridos de pesca se ofertan en Ávila, Burgos, Palencia y León, pero es aquí sin lugar a dudas donde se encuentran los más atractivos para el pescador. Para quienes gustan de alternar los ríos regulados con los más naturales se ofrece un interesante recorrido que alterna dos permisos con muerte y tres sin muerte en los cotos de Rioseco, la Omañuela, Garaño Sardonedo y el Castillo, en los ríos Luna-Órbigo y Omaña.

Es sin duda uno de los más atractivos pues además las fechas de mayo, junio y julio son muy adecuadas. Quienes prefieran disfrutar de auténticas truchas autóctonas, pero sin muerte, tienen un recorrido en uno de los parajes más bonitos de León y en dos de los ríos naturales más cuidados: El Duerna y el Eria. Los cotos son Duerna (dos permisos), Priaranza, y Manzaneda, y la fecha más segura es mayo, ya que el estiaje es muy fuerte en estos ríos.

Pero los amantes de los ríos de montaña, en auténticos parajes bien conservados, disponen de un recorrido excepcional en los ríos Curueño, Bernesga y Torío. Son los cotos de Felmín, Tolibia, Valdepiélago y Bernesga, este último con muerte para que el último día puedan disfrutar degustando unas magníficas truchas que beben el agua de los puertos de Pajares. El mes que nuca falla es junio.

También en el Bierzo

La comarca berciana, que antaño era un auténtico paraíso para el pescador, ha sufrido un importante descenso en sus poblaciones trucheras pese a lo cual todavía conserva algunos ríos interesantes. El recorrido que se oferta en el entorno de Villafranca del Bierzo, incluye los cotos de Pereje, Sil, Sobrado y Villafranca, dos con muerte y dos sin muerte. Son los ríos Valcarce, Sil, Selmo y Burbia sumamente atractivos junto a su entorno, tanto para pescar como para disfrutar en unos lugares que nunca dejan de sorprender al visitante. Además, y para gustos se hicieron los colores, es, a mi juicio, donde mejor se come y se bebe. Junio suele ser un buen mes, especialmente para pescar al sereno, pero abril nunca falla si se pesca a cucharilla o a mosca ahogada.

El pescador de mosca seca, que prefiere las grandes truchas sin importarle que hayan sido repobladas, disfrutará mas sin duda en el Porma. Veaquemada, Remellán, el Condado y Cerezales son una oferta que pone los dientes largos a cualquier especialista en la «cola de rata» que no le importe devolver las truchas. Pero si tengo que elegir, y me consta que esta opinión no es compartida por muchos aficionados leoneses, me quedo con el Esla. Pese a la gran dificultad que tiene este río, tanto por su enorme caudal veraniego que asusta al visitante, como por lo selectivas que son sus truchas, cuando tienen el día es incomparable.

Si tuviese que recomendar un recorrido sería éste: Quintana (sin muerte), Gradefes (con muerte), Pesquera (sin muerte), Gradefes (sin muerte), Quintana (con muerte) y Pesquera (con muerte) los días 12, 13, 14, 15, 16 y 17 de agosto de forma consecutiva. No debería fallar.